SOBRE MI
VIDA
David Soriano
Nunca me gustó mi profesión...
> Disfruté de los ´80 como un campeón. Jugué, reí y gocé todos los días de mi vida como si no hubiera un mañana. Siempre rodeado de gente, siempre viviendo grandes aventuras y tirando de energía y creatividad.
> De adolescente tuve un bache en los estudios y repetí COU.
> A los 18 años me centré bastante. Cambié de instituto, saqué muchos notables y fui delegado de clase en mi segundo COU. Sentí que podía cambiar y ser mejor persona, si me daba la gana. Así que decidí continuar e ir a la Universidad.
> Pero, desgraciadamente, llegó el fatídico día. Pues ante mí, se presentó una terrible lista, ordenada de mayor a menor, con las 10 carreras que más salidas podrían tener en el futuro. Y tuve que señalar una con el dedo, cuándo, realmente, no sabía ni lo que quería ni para lo que valía.
> Elegí Ingeniería Informática por eso de que me gustaban los ordenadores, y me la saqué sin mayor problema. Pero nunca me gustó. Disfruté mucho esa época, claro que sí, pero ese ciclo terminó en un pestañeo. Y entonces, un día cualquiera, recogí el título, sin más, y a las 2 semanas, me convertí en un becario de traje y corbata sentado frente a una pantalla de ordenador durante 8 horas diarias. Y en ese momento, fui consciente de que mi libertad se había esfumado.
> Llegué a odiar mi profesión durante los siguientes 12 años. No era lo que esperaba. Intenté que me enamorara, pero eso jamás sucedió. Salté de empresa en empresa y de equipo en equipo, deambulando y buscando mi sitio. E intenté emprender decenas de veces en busca de huida, pero fracasé en todas ellas. Hasta que, a mis 35 años, toqué fondo, y me convertí en un Zombie con Gafas con la Luz del Alma apagada. Me sentía raro, pues lo tenía todo, pero, sin embargo, no me sentía ni realizado ni completo ni plenamente feliz. ¿Por qué?
> Y uno de esos días malos, por fin, vi la luz, y viví mi propia epifanía personal. Vislumbré mi camino con claridad: “las personas” (¡Se acabó la tecnología!) Y me reinventé. No fue inmediato, pero me formé, miré dentro de mí, me conocí y me reconocí. Y con todo ello, saqué una nueva versión de mí mucho más equilibrada, centrada y alineada con un Propósito de Vida que me devolvía la ilusión: mi Plan B.
> Tardé un año y medio en dejar por completo mi profesión de Ingeniero Informático y mi carrera, y sin comerlo ni beberlo, volví a convertirme en becario, pero con 36 y 12 años de carrera a las espaldas. Con dos cojones. Dejé Valencia y mi vida, y me fui por segunda vez a Madrid, a buscar suerte. Y ésta, me sonrió.
> No fue fácil. Lo conseguí luchando contra viento y marea, pero sobre todo, luchando contra mí mismo, contra mi propia mente vaga y boicoteadora, que siempre intentaba hundirme y me invitaba a desistir cada dos por tres. Pero la vencí y, finalmente, resurgí de mis propias cenizas, cual ave Fénix.
> Cinco años después de aquella mañana reveladora, mi Plan B se había convertido en mi Plan A, a tiempo completo. Y si yo pude, tú, puedes. Te contaré el paso a paso de cómo lo conseguí. Porque entiendo perfectamente cómo te sientes y lo que buscas. Pasé por ahí.
> Y ahora, con mis 2 millones de canas y mis 41 años, sí puedo decir, que me dedico a lo que realmente me apasiona. Y los límites, los pongo yo. 😉
A nivel profesional
No paro de crecer
Trainer
> Una de mis pasiones es transmitir mis conocimientos y experiencias a partir de formaciones especializadas en las organizaciones. Busco siempre la reflexión, el dinamismo y la productividad. No dejo nunca de perfeccionarme y actualizarme para aportar valor de forma continua en mi rol de trainer.
Coach
Facilitador